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Con Asa
Las bolsas de plástico con asas representan una solución práctica y económica para comercios de alimentación que buscan ofrecer a sus clientes un sistema de transporte cómodo y resistente. Estas bolsas, también conocidas como bolsas tipo camiseta, se han convertido en un elemento indispensable en supermercados, tiendas de conveniencia, panaderías y establecimientos alimentarios de todo tipo.
Nuestras bolsas de plástico con asas están fabricadas con polietileno, un material que garantiza la máxima resistencia y durabilidad. El grosor estándar de estas bolsas oscila entre 15 y 20 micras, proporcionando la resistencia necesaria para soportar el peso de los productos alimentarios sin comprometer la funcionalidad.
El diseño de asas integradas permite una distribución uniforme del peso, reduciendo la presión sobre las manos del usuario y mejorando significativamente la experiencia de compra. Estas asas están reforzadas mediante soldadura por calor, asegurando que no se rompan durante el transporte.
Las bolsas de plástico con asas ofrecen múltiples beneficios para los comercios de alimentación. Su diseño ergonómico facilita el transporte de productos, especialmente aquellos de mayor peso como conservas, bebidas o productos frescos. Además, su superficie lisa permite la aplicación de impresiones personalizadas, convirtiéndolas en una herramienta efectiva de marketing para reforzar la imagen de marca.
La versatilidad de tamaños disponibles permite adaptarse a diferentes tipos de compra, desde pequeñas adquisiciones hasta compras familiares más voluminosas. Los tamaños más comunes incluyen formatos pequeños (30x40 cm), medianos (40x50 cm) y grandes (50x60 cm).
Estas bolsas son especialmente adecuadas para el transporte de productos alimentarios secos como pan, bollería, frutas y verduras, productos envasados y congelados. Su resistencia a la humedad las hace ideales para productos que puedan generar condensación, manteniendo la integridad estructural de la bolsa.
En el sector de la alimentación fresca, estas bolsas permiten una adecuada ventilación de productos como frutas y verduras, evitando la acumulación de humedad que podría afectar a la calidad de los alimentos durante el transporte.
Para maximizar la vida útil de las bolsas, es recomendable almacenarlas en lugares secos y protegidos de la luz solar directa. Su presentación en rollos facilita el dispensado rápido en puntos de venta con alto volumen de clientes, optimizando los tiempos de servicio.
La relación calidad-precio de estas bolsas las convierte en una opción rentable para comercios que buscan equilibrar costes operativos con la satisfacción del cliente, manteniendo siempre los estándares de calidad y resistencia necesarios para el sector alimentario.
